Hoy es noche de emoción y euforia, no de peleas. (Archivo/END)
Esta noche se verá en cines, bares, salas y marquesinas de todo el País la histórica final del Clásico Mundial de Béisbol entre Puerto Rico y Dominicana.
El partido tiene todos los elementos para convertirse en un martes de intensa emoción para los boricuas y la comunidad quisqueyana. Pero no se debe olvidar que “es sólo un juego y cuando se acabe se acabó”.
Con esta frase, el doctor en psicología Gustavo Padrón busca poner en perspectiva que, tras la euforia de la noche, “mañana va a amanecer de nuevo” y la vida de cada cual continúa igual, gane o pierda el equipo nacional.
“Tratar de ver esto como algo más allá, es sacarlo de proporción”, indica el psicólogo, al puntualizar que no hay razón para permitirse confrontaciones hostiles por un mero juego.
Un precedente trágico y reciente, de cómo la cita para disfrutar de un evento deportivo puede degenerar en tragedia, fue la pelea de Manny Pacquiao y Juan Manuel Márquez en diciembre pasado. Durante la transmisión de la cartelera en un negocio de Manatí, un hombre le disparó a otro porque no lo dejaba ver bien la pantalla. Como lo hizo en medio de la muchedumbre, también mató en el acto a una madre de dos hijos.
“Lo ideal sería que no hubiese bebida, porque de por sí la euforia que provoca ver el partido y el amor por su equipo y su deporte son suficientes para que una persona pueda perder el control”, opina la doctora en consejería Monsita Nazario Lugo.
Pero la realidad es que en Puerto Rico el alcohol fluye. Y no se puede descartar que en lugares públicos haya personas armadas y bajo efectos de drogas estimulantes como la cocaína.
Por ello, Nazario Lugo señala que si se decide ver la final en un lugar público, se favorezcan lugares con seguridad. Además recomienda sacar unos minutos antes de salir para dialogar sobre cómo actuarán en caso de que los ánimos se caldeen y acordar mantenerse alertas a los alrededores.
“No eliminamos las posibilidades de que ocurran cosas, pero las podemos minimizar”, señala. “Es bien difícil tratar de controlar a otros”.
No des lugar a la xenofobia
Un tema incómodo pero real es que tanto puertorriqueños como dominicanos suelen hacer “chistes” y comentarios para ridiculizarse mutuamente.
Y en esta final entre vecinos caribeños, esta práctica xenofóbica, lejos de ser un chiste, puede terminar en confrontaciones violentas. En estos casos, “lo mejor que puedes hacer es levantarte e irte”.
“Si tienes la oportunidad, avisa a la seguridad del lugar”, agrega Nazario Lugo.
Consejos de seguridad
Mantener una consciencia sobre la seguridad propia y de tus acompañantes es aún más importante hoy, para disfrutar la noche en paz. Aquí algunos consejos de sentido común que vale la pena refrescar:
E n casa: no despaches alcohol a invitados que ya estén intoxicados. Dales comida caliente y agua. Evita que salgan conduciendo. No permitas chistes étnicos.
En el bar, pub o sitio público: Discúlpate si chocas con alguien. Si le viras la bebida o comida a alguien, no solo por seguridad, sino también por cortesía básica, ofrécete a reemplazarla.
Identifica salidas, dónde y cómo está vestido el personal de seguridad. Si se calientan los ánimos, aléjate. Si suena una alarma de incendio, no la ignores. Sal con calma, pero sal del lugar.
Nombren un conductor designado.
No dejes carteras, celulares o pertenencias sin supervisión directa.
Notifica a tus acompañantes si vas al baño o a otra área.
En la calle: Camina alerta, no con el móvil en la mano, pero sí con la llave si vas hacia el auto.
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