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lunes, 19 de agosto de 2013

Padrastro de Yexeira narra mútiples intentos de la familia por encontrarla

08/19/2013 | 07:49 p.m.

Indicó que el 25 de octubre de 2011 abrió como de costumbre en la mañana la tienda Candela Urban Wear, propiedad de la joven desaparecida.
Israel Serrano Colón (jose.reyes@gfrmedia.com) 

Israel Serrano Colón, quien fuera padrastro de Yexeira Torres Pacheco, retomó su testimonio este lunes y detalló, durante la vista evidenciaria del caso contra el exagente Roberto Quiñones Rivera, las múltiples gestiones que supuestamente realizó para intentar localizar a la joven bailarina.
Según relató ante la jueza Berthaida Seijo, el 25 de octubre de 2011 abrió como de costumbre en la mañana la tienda Candela Urban Wear, propiedad de la joven desaparecida. Sin embargo, en esa ocasión Yexeira no se presentó.
Durante el día, afirmó, hizo varias llamadas telefónicas a la joven, sin obtener respuesta. Luego llamó al hoy acusado y le preguntó dónde se encontraba Yexeira, a lo que el sujeto respondió que esta se había marchado a una práctica de baile con una amiga.
Serrano Colón dijo que, al no tener éxito en sus llamadas a la bailarina, intentó contactar nuevamente a Quiñones Rivera a su celular, pero no respondió. Agregó que esa noche decidió pasar por la casa de Villa Carolina en la que convivía la pareja, pero no encontró a nadie. Tampoco vio allí la guagua del hoy acusado de asesinato.
Las gestiones se repitieron, según dijo, el 26 y 27 de octubre. Ya para el 28 de ese mes, relató el testigo, visitó varios lugares del municipio de Carolina, incluyendo el aeropuerto Luis Muñoz Marín y centros comerciales, en un intento de ubicar la guagua de Quiñones Rivera. No obstante, tampoco tuvo éxito.
De acuerdo con Serrano Colón, cuya voz se tornaba temblorosa en ocasiones, el 29 de octubre, visitó junto a su entonces pareja y madre de Yexeira, Iris Pacheco, la residencia de Villa Carolina y habló con los vecinos para ver si habían visto o hablado con Yexeira.
A preguntas de la fiscal Alma Méndez Ríos, quien junto a Sonia Polanco Viera representan al Ministerio Público en este caso, el testigo indicó que ese día decidió entrar a la residencia.
Explicó que él y un vecino cerrajero se treparon al techo y llegaron hasta la parte posterior de la vivienda. Allí, el vecino, con una herramienta “forzó” la cerradura, lograron entrar a la marquesina y, de ahí, al interior de la casa.
“Logramos abrir la puerta, entramos. Abrí la puerta del frente y entonces Iris entró”, sostuvo.
Serrano Colón explicó que, una vez en el interior, se percató de que los “santos” de Quiñones Rivera, quien presuntamente practica la santería, no estaban en la sala, donde les veía usualmente. Tampoco observó el conjunto de lavadora y secadora, propiedad del acusado.
Asimismo, señaló que vio en la marquesina la guagua de Yexeira “desmantelada”.
Cuando la fiscal Méndez Viera le cuestionó por qué habían decidido entrar a la casa, Serrano Colón expresó que “esa es la casa de la nena. Como preocupación de padres, entramos”.
Reconoció, sin embargo, que nadie les dio autorización para entrar.
El 29 de octubre, relató el testigo, Pacheco recibió finalmente una llamada de Quiñones Rivera. Serrano Colón aseguró que escuchó decir a Pacheco: “Robert, pero no me faltes el respeto. Yo lo que quiero saber es dónde está la nena”.
Posteriormente, el padrastro de Yexeira tomó el teléfono. “Roberto me dijo un montón de cosas… que qué yo haría si alguien me falta el respeto. Yo le preguntaba que dónde estaba la nena. Me dijo que no sabía dónde estaba”, relató.
Sostuvo que el hombre le indicó que se encontraba en Bayamón realizando un trabajo de tapicería y que saldría de viaje para Chicago esa misma tarde.
“Yo le dije que no se podía ir hasta que apareciera la nena”, expresó el testigo, quien indicó que ese momento el acusado se escuchaba “enfogona’o, con coraje”.
Según el declarante, Pacheco le contó que, durante la conversación, Quiñones Rivera le había dicho que “si algo le había pasado a Yexeira, merecido se lo tiene por no respetar”.
Esa tarde, de 1:00 p.m. a 3:00 p.m., acudió junto a Pacheco, la hermana de Yexeira, Jeanderish Torres Pacheco, y la pareja de esta última a la comandancia de Carolina, donde hicieron una querella.
Durante el contrainterrogatorio a cargo del abogado Orlando Cameron Gordon, el testigo reconoció que no incluyó en su declaración jurada que había entrado a la residencia de Villa Carolina, ni los detalles de esa gestión.
Admitió, además, que entró a la vivienda una segunda vez, el 7 de noviembre de 2011, y que en esa ocasión no necesitó ayuda de un cerrajero, pues la cerradura no estaba funcionando. Dijo desconocer si la cerradura estuvo así desde la primera vez que accedió al hogar y tampoco si alguien logró acceder a la misma durante ese período.
Ese día, cuando se presentó un grupo de agentes a la vivienda, el testigo reconoció que no le mostraron una orden de allanamiento antes de entrar a la estructura y tampoco él ni Pacheco firmaron alguna autorización escrita.
La defensa, integrada por Cameron Gordon y Jorge Gordon Menéndez, impugna cierta evidencia ocupada por las autoridades, sin orden judicial, en la referida vivienda y en la guagua de Quiñones Rivera.
La Fiscalía, por su parte, admitió que no se expidió una orden con anterioridad, pero que en ese momento se cumplieron con unos requisitos jurisprudenciales que sustentan la validez de la prueba ocupada.
Antes de la vista de supresión de hoy, se realizó una audiencia ante el juez Francisco Borelli Irizarry, quien señaló el inicio del juicio para el 29 de agosto a la 1:30 p.m.
A su salida de sala tras la vista ante Borelli Irizarry, la madre de Yexeira expresó que “como madre le pido a Dios para encontrar a mi hija, aunque sean unos huesitos”.
“Pero pasar por todas estas pruebas… las pasaré. Al final, Dios nos va a dar la victoria porque solamente puede haber una sola verdad, no pueden haber dos verdades y la verdad la tenemos nosotros. Él (Quiñones Rivera) desapareció a mi hija”, agregó.