Con moretones en la cara y un ojo rojo, Anthony K. Soto Rivera, hijo del controvertible exsenador Antonio "Chuchin" Soto, compareció este miércoles a la vista inicial en el Tribunal Federal de Hato Rey tras su arresto del martes por posesión de un arma de fuego.
Soto Rivera escuchó atentamente al magistrado federal Bruce McGiverin, quien le advirtió que fue arrestado bajo los cargos de poseer un arma de fuego cuando es una persona convicta y que dicha arma estaba modificada para disparar automáticamente.
El magistrado le informó que se le asignará un abogado de la Oficina del Defensor Público federal y será ingresado en el Centro de Detención Metropolitano (MDC, por sus siglas en inglés), en Guaynabo, hasta la vista de fianza, que será el 5 de agosto. La vista preliminar será el 14 de agosto.
En sala no estaba su padre ni ningún familiar.
De ser encontrado culpable, Soto Rivera se expone a una pena máxima de 10 años por cada uno de los dos cargos. Al individuo se le ocupó una pistola Glock calibre .40 alterada para funcionar de manera automática con dos peines, en cuyo interior había 22 y 19 balas, respectivamente.
Según la denuncia, tras su arresto el martes, el imputado confesó que el arma era suya. También se le ocupó marihuana y admitió que fuma hasta 30 cigarrillos de marihuana diarios desde hace seis meses.
Soto Rivera tuvo que ser recluido en el hospital San Lucas en Guayama luego de recibir una descarga eléctrica al ser arrestado por policías en Arroyo.
El sargento Guillermo Toro, de la División de Drogas de Guayama, indicó que Soto Rivera fue observado por agentes mostrándole un arma a otros sujetos en el barrio Palmas en Arroyo. Luego de varios minutos conversando con las personas, guardó el arma y se montó en un vehículo, una guagua Dodge Caravan.
Al recibir el alto por parte de la Policía, se desató una persecusión que finalizó con Soto Rivera impactando una patrulla, no sin antes pasar entre un desfile de niños jugadores de pequeñas ligas de Arroyo, relató Toro.
Luego de estrellar la guagua, forcejeó con los agentes, quienes utilizaron un dispositivo de descargas eléctricas para reducirlo a la obediencia.
Se alegó en la denuncia que durante el arresto Soto Rivera le gritó a los agentes: "Tengo un arma, pero nunca la usaría contra policías".
Toro explicó que en el interior de la guagua supuestamente se ocupó un cigarrillo de marihuana y el arma.
El caso es investigado por la Oficina de Investigaciones de Seguridad Interna del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE-HSI).
Soto Rivera fue acusado previamente por vender drogas a un agente de la Agencia Federal Antidrogas (DEA).
Su padre fue senador el cuatrienio pasado, pero renunció en medio del escándalo que se desató cuando reveló que el lujoso vehículo Bentley que conducía le había sido regalado por una persona a la que no identificó.
Actualmente, enfrenta cargos por cobrar dietas sin haber asistido al Senado.
