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martes, 3 de septiembre de 2013

Perito en armas cree que al “disc jockey” lo mataron con una pistola Glock

09/03/2013 | 08:54 p.m.

En la foto la madre de Jan Carlos Alvarado Martínez. (lino.prieto@gfrmedia.com) 
Jan Carlos Alvarado Martínez fue asesinado durante una fiesta de jóvenes en una residencia de la urbanización Hacienda Sabanera en Cidra.
Caguas. Carmen Suliveras Ortiz, examinadora de armas de fuego del Instituto de Ciencias Forenses (ICF), confirmó que el casquillo de bala encontrado en la escena del asesinato del “disc jockey” Jan Carlos Alvarado Martínez, fue disparado desde un arma de fuego calibre 9 milímetros.
Lo que no pudo precisar la perito en armas de fuego fue el tipo y la marca del arma homicida, aunque entiende se trata de una pistola Glock, porque las autoridades no la recuperaron.
Eso declaró la testigo de cargo este martes, durante el juicio que se ventila en el tribunal de Caguas, contra Jean Carlos López Carrasquillo por el asesinato de Alvarado Martínez, perpetrado el 29 de junio de 2012, durante una fiesta de jóvenes en una residencia de la urbanización Hacienda Sabanera en Cidra.
A preguntas del fiscal Angel García Rodríguez, la experimentada perito del ICF dijo que las piezas de evidencia de este caso se recibieron en su oficina el 3 de julio de 2012.
Las piezas de evidencia eran un casquillo de bala encontrado por la Policía en la escena, así como un proyectil de plomo, un fragmento de blindaje y un fragmento de proyectil recuperados por la patóloga forense Rosa Rodríguez Castillo durante la autopsia que le practicó a Alvarado Martínez.
Suliveras Ortiz recibió el caso el 10 de agosto, y rindió su informe tres días después, el 13 de agosto de 2012. La testigo explicó que midió el casquillo y verificó la impresión que trae del fabricante referente al calibre y “lo que se determinó fue que el calibre, ciertamente, es 9 mm”.
Las otras tres piezas las sometió a una determinación de tipo y calibre, y a una comparación microscópica, lo que se hace midiendo y pesando. El fragmento de proyectil (la base) fue lo único que pudo determinar que era calibre 9 mm, debido a que los fragmentos de blindaje estaban incompletos (a veces ocurre cuando la bala choca con el objeto al que se dispara) y el plomo es una pieza interior que no se marca.
Tras afirmar que hay pistolas y rifles calibre 9 mm, la testigo señaló que “hay una característica rectangular (en el casquillo) que me lleva a pensar que es una pistola y que sea Glock porque es el tipo de arma que deja este tipo de marca rectangular”.
Abundando sobre el casquillo, Suliveras Ortiz dijo que tenía un estriado poligonal (surcos por donde pasa el plomo) suave y orientado hacia la derecha. Esa es otra característica que refuerza su teoría de que pertenece a una pistola Glock, pues afirmó que “el estriado de fábrica de la Glock es hacia la derecha”.
También comentó que la pistola Glock expulsa los casquillos de bala automáticamente hacia la derecha, mientras que las marcas de fabricación europea los tiran hacia el frente.
Anteriormente en el juicio, la patóloga Rodríguez teorizó que en este caso el casquillo salió expulsado hacia la derecha.
“Si hablamos de probabilidades, podemos decir que tiene más de un 50%, hay una probabilidad grande de que sea una Glock”, aseveró la perito.
A preguntas del abogado Carlos Rodríguez, la testigo reconoció que “hay un montón de armas en el mercado de 9 mm”, de marcas como Heckler & Koch, Smith & Wesson, Beretta y Jericho. Admitió, además, que en su informe no afirma que el arma homicida es una pistola Glock.
Cuando el fiscal García retomó el interrogatorio directo, la testigo dijo que las armas Jericho también dejan marcas rectangulares y tienen estriado hacia la derecha.
El juez Roberto Angleró Ortiz excusó a una jurado por motivos de estudio, por lo que el panel se quedó con 13 personas. El juicio continuará el 13 de septiembre próximo, a las 2:00 p.m., en la sala 506 del tribunal de Caguas.