Páginas

viernes, 23 de agosto de 2013

Kodak ha muerto

08/23/2013 | 07:20 p.m.

El gran mérito de Kodak es haber popularizado la fotografía, con su lema "apriete el botón y nosotros hacemos el resto". (Archivo) 
La empresa no volverá a dedicarse a la fabricación de productos fotográficos para el consumo, sino a la impresión comercial.
Madrid.- Habrá sido el fátum de los clásicos el que tenía preparado para los amantes de la fotografía la paradoja de que casi el mismo día que se ha recordado el 188 aniversario de la aparición de la primera foto, haya desaparecido la empresa que cambió por completo el mundo fotográfico: Kodak ha muerto.
Como si se hubiera velado una película y se perdieran todas las imágenes, algo que siempre produce tristeza, se ha quedado el universo de la foto con la desaparición de Kodak.
Es verdad que la empresa ha superado la suspensión de pagos, pero ya no volverá a dedicarse a la fabricación de productos fotográficos para el consumo, sino a la impresión comercial.
Para muchos esta marca está vinculada a sus primeras fotos, a su adolescencia y juventud, los primeros revelados con sus emociones inherentes; cierta emoción por ver los primeros resultados, todo un mundo de recuerdos.
Sin embargo, el mundo empresarial, no solo el de la foto, se conmovió cuando el 19 de enero del pasado año la firma de Rochester (Nueva York), fundada por George Eastman, presentó suspensión de pagos con una deuda superior a los 6.000 millones de euros.
Era el principio del fin de una empresa que hoy preside el español Antonio Pérez.
George Eastman fue un auténtico pionero, hijo de un inmigrante inglés que llegó a Salisbury (Massachussets), nació en Waterville (Nueva York) en 1854, y tras una niñez de pobreza, abandonó la escuela para trabajar desde los 14 años de mensajero y limpiador por un sueldo ínfimo que le permitió, sin embargo, ahorrar algunos dólares para dedicarlos a sus inventos.
El propio nombre de la empresa, a la que se llamó el gigante amarillo, fue un invento, ya que Kodak fue inscrita con tal denominación en 1888 por dos motivos: uno que tenía dos veces la letra "k", la preferida de Eastman, y el otro porque además es fácil de pronunciar en cualquier idioma.
Pese a lo que se pueda creer, los problemas de Kodak no están en no haber estado a la altura de los tiempos digitales, pues la firma es la inventora de la cámara digital (1975), sino en que no ha rentabilizado muchos de sus negocios.
El gran mérito de esta empresa es haber popularizado la fotografía, con su lema "apriete el botón y nosotros hacemos el resto". Y, en efecto, el usuario llevaba el rollo y el resto corría de la cuenta de Kodak, un cambio revolucionario en los hábitos de revelado que hasta ese momento imperaban.
Fabricante de material sensible, de cámaras de todo tipo, creadora de formatos como el 620 milímetros y los chasis de 126 y 110 milímetros, Kodak se extendió a lo largo de todo el mundo.
España no fue ajena a la presencia de la empresa y aquí se fabricó una de las cámaras más exitosa: la instamatic, tan sencilla de usar que no requería prácticamente conocimientos sobre fotografía.
Los vendedores, durante muchos años, ni siquiera preguntaban a los usuarios qué película querían y directamente le ponían en las manos una caja amarilla en cualquiera de esos formatos.
Hoy las películas de Kodak ya empiezan a ser difíciles de encontrar, especialmente algunas emulsiones, y su precio en los mercados fotográficos está subiendo de forma considerable.
Kodak espera salir oficialmente de la suspensión de pagos el próximo 3 de septiembre, con un recorte muy importante en su plantilla que quedará en unos 8.500 empleados, la mitad de los 17.000 con los que contaba cuando decidió acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Bancarrotas de EE.UU. 

Nunca se pidió autopsia de José Enrique, según el ICF

08/23/2013 | 06:54 p.m.

Los abogados de los acusados señalaron que fiscalía Federal no les había entregado el informe de autopsia ni los informes de los agentes de la Policía estatal que investigaron el caso del asesinato de Gómez Saladín. 
El portavoz del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), Moisés Quiñones, se limitó a decir que el caso está bajo investigación, por lo que no pueden hacer comentarios al respecto.
El informe de la autopsia de José Enrique Gómez Saladín, publicista asesinado en noviembre pasado, está listo desde el 19 de diciembre de 2012, pero contrario a lo que trascendió la semana pasada en una vista en el Tribunal federal, nunca ha sido solicitado al Instituto de Ciencias Forenses (ICF) por la fiscalía Federal.
Así lo reveló la directora ejecutiva del ICF, Edda L. Rodríguez Morales, quien negó informaciones que alegaban que el informe de autopsia no estaba listo y que por eso Fiscalía Federal no lo había provisto a la defensa de los acusados Rubén Delgado Ortiz, Edwin "Bebo" Torres Osorio, Alejandra "Pochi" Berríos Cotto y Lenisse "Prieta" Aponte Aponte, como parte del descubrimiento de prueba.
"Toda la evidencia recuperada en la escena fue analizada conforme a la solicitud del Ministerio Público y del patólogo forense que hizo el casos", señaló Rodríguez Morales en declaraciones escritas.
 "Los informes correspondientes ya fueron completados y publicados según nuestros procedimientos. La autopsia fue realizada el 4 de diciembre de 2012 y ha estado disponible para el fiscal desde el 19 de diciembre de 2012. La única solicitud que tenemos, la cual se recibió en el día de hoy viernes, de parte de la fiscalía Federal ha sido el reporte de la escena del crimen y ya les fue entregado", leen el resto de las declaraciones de la directora ejecutiva del ICF.
El portavoz del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), Moisés Quiñones, se limitó a decir que el caso está bajo investigación, por lo que no pueden hacer comentarios al respecto.
El 13 de agosto pasado, se celebró una vista de status ante el juez federal Daniel R. Domínguez, en la cual el fiscal federal Vernon Benet Miles indicó que no habían completado la entrega de piezas de evidencia a la defensa porque supuestamente habían solicitado la prueba, pero no se la habían entregado.
Los abogados de los acusados señalaron que fiscalía Federal no les había entregado el informe de autopsia ni los informes de los agentes de la Policía estatal que investigaron el caso del asesinato de Gómez Saladín.
Se citó otra vista de estatus para el 22 de octubre. Este caso podría ser evaluado para certificarlo para la pena de muerte, excepto para Torres Osorio, quien se indicó está cooperando con las autoridades.
Los hechos de este caso ocurrieron en la madrugada del 30 de noviembre de 2012, poco después que Gómez Saladín llamara a su esposa para decirle que estaba saliendo de una actividad en un hotel en el Condado, en San Juan, pero nunca llegó a su hogar.
Según la declaración de agentes federales, entrevistaron a los coacusados y estos revelaron que habían planificado cometer un robo y desarrollaron un esquema en el cual Aponte y Berríos se meterían en el carro de la víctima y después Torres y Delgado se unirían a ellas para discutirles por una supuesta deuda y harían que la víctima la pagara.
Supuestamente, Gómez recogió a las dos féminas en su carro en la calle Padial, en Caguas. Alegadamente, las féminas le dijeron a Gómez Saladín que le debían dinero a los sujetos, que también se montaron en el auto, y el publicista pasó por una máquina ATH del Banco Popular y retiró $400, y se los dio a Delgado. Acto seguido, le pegaron en la cabeza y lo montaron en el asiento de atrás y fueron a comprar gasolina, según el pliego acusatorio.
Los acusados lo llevaron a un lugar solitario en Cayey, donde le ordenaron ponerse de rodillas, mientras le agredían con objetos que encontraron en el lugar. Luego lo impregnaron de gasolina y lo prendieron en fuego, pero Gómez Saladín se quitó la ropa y comenzó a rodar por el suelo. Al apagar el fuego, siguieron golpeándolo hasta causarle la muerte.
Los acusados dejaron el cuerpo en el lugar y fueron en su vehículo hasta otra ATH y retiraron $100 más de la cuenta de la víctima. Después quemaron el carro y continuaron tratando de sacar dinero en al menos cinco otras ocasiones.
Los implicados fueron identificados por las cámaras de vigilancia de las máquinas de retiro de dinero.