En duda si testigo vio acusado con un arma de fuego

05/13/2013 | 08:38 p.m.

No obstante, afirmó que no sabía qué situación se había suscitado antes de salir de la habitación, que habría conducido al asesinato. (Archivo) 

La testigo declaró que bailó “reguetón” con López Carrasquillo y no sintió que llevara una pistola.

La defensa de Jean Carlos López Carrasquillo trató de establecer que la joven que llevó al acusado a la fiesta en la que fue asesinado el “disc jockey” Jan Carlos Alvarado Martínez, ocurrida en la madrugada del pasado 29 de junio en la urbanización Hacienda Sabanera en Cidra, nunca lo vio apuntar y/o dispararle a la víctima.

Durante el contrainterrogatorio que se produjo frente a familiares del occiso y el acusado, el abogado Carlos Rodríguez Cruz, le cuestionó a la testigo de 17 años si en algún momento desde que estuvo en el carro con López Carrasquillo hasta la fiesta en la casa de la víctima se percató de que él portaba un arma de fuego.

La testigo declaró que bailó “reguetón” con López Carrasquillo, y a preguntas del abogado sobre su postura frente al acusado, ella respondió que quedaba de espaldas de él y no sintió que llevara una pistola.

López Carrasquillo, conocido como Jeanpeca está acusado de un cargo de asesinato en primer grado y cinco cargos de violación a la Ley de Armas por los hechos ocurridos durante una fiesta a la que supuestamente no estaba invitado por los organizadores, pero que llegó en compañía de Heriberto Martínez León, su vecino en el residencial Brisas de Cayey, y quien fue coacusado en el caso.

Rodríguez Cruz le insistió a la adolescente sobre el interrogatorio del fiscal Ángel García la semana pasada, en el que ella describió su postura física frente al acusado y que se dio cuenta de que él estaba armado. El abogado intentaba establecer que desde donde ella se encontraba y en la posición en la que ambos estaban no era posible que ella pudiera distinguir ese detalle.

Sin embargo, no fue hasta que la fiscal Yaritza Carrasquillo le preguntó cómo si ella estaba parada de frente, y el del lado contrario al que supuestamente él llevaba el arma, ella le explicó que pudo notarlo porque él esta “parado, recostado hacia atrás en una silla”.

La testigo, quien admitió nuevamente que había consumido bastante alcohol para la hora de los asesinato, reiteró a preguntas del abogado que mientras estuvo disfrutando de la fiesta Jeanpeca nunca amenazó o intervino con el DJ, a pesar de que los ánimos entre ella y el occiso, con quien había tenido una relación sentimental un año antes, llegaron a exacerbarse en un punto.

De la misma forma, afirmó que a Alvarado Martínez, conocido como Yankee, nunca lo vio con un arma o amenazando al acusado, aunque tras rechazar un acercamiento de su parte, él le habría dicho de forma retante “¿guapita conmigo?”.

La estudiante expuso que poco antes de que Yankee fuera asesinado fue a uno de los cuartos en la residencia, donde se habían almacenado bebidas alcohólicas, a buscar unas cervezas junto a dos amigos y la amiga con quien asistió a la fiesta. Relató que una vez allí, consumió una bebida color marrón de una caneca, y se sentó en un sofá que había en la habitación. Fue entonces cuando escuchó el disparó.

Pocos segundos después de la detonación dijo que salió del cuarto y vio a Yankee tirado en el suelo, herido, y el acusado parado cerca apuntando hacia arriba.

No obstante, afirmó que no sabía qué situación se había suscitado antes de salir de la habitación, que habría conducido al asesinato.

Cuando se le preguntó el por qué no llamó a la Policía o trató de ayudar a su expareja, ella indicó que “de los mismos nervios; estaba asustada y no sabía qué hacer”.

Alvarado Martínez, de 18 años, fue asesinado de un balazo en el pecho en medio de la fiesta. Según la teoría presentada por fiscalía, López Carrasquillo fue quien le disparó y fue ayudado para huir de la escena por Martínez León, quien se declaró culpable y fue sentenciado a seis meses y un día de cárcel por un cargo de encubrimiento.

Martínez León está libre desde diciembre pasado, tras cumplir su condena.